Maestra Luzmy: Un faro de la cocina tradicional guerrerense en el escenario mundial

El reconocimiento internacional hacia la cocina mexicana es un logro que ha puesto a sus cocineros y cocineras tradicionales en el centro del escenario global. Un ejemplo destacado de este fenómeno es Luz del Carmen Gómez, como cariñosamente le decimos “Maestra Luzmy”. Originaria de Tixtla, Guerrero, la maestra Luzmy es una incansable defensora de la cocina tradicional guerrerense, la cual ha preservado con fervor y pasión a lo largo de los años. Este año, su  trabajo y constancia en la investigación y promoción de la cocina tradicional de Guerrero,  la llevará a Calabria, Italia, donde ha sido convocada para participar en el IX Foro Mundial de la Gastronomía.

El Patrimonio de la Cocina Mexicana

La cocina tradicional mexicana no solo es una fuente de delicias culinarias, sino que también representa la identidad y la historia de nuestro país. En noviembre de 2010, la cocina mexicana fue inscrita en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Este reconocimiento resalta la importancia de las culturas culinarias y los sistemas alimentarios como pilares fundamentales del desarrollo de las comunidades.

La inscripción de la cocina mexicana en este prestigioso listado tiene un doble propósito: por un lado, resaltar la riqueza y diversidad de la cocina tradicional, y por otro, obligarnos a tomar medidas para rescatar, salvaguardar y promover este valioso patrimonio cultural. La cocina tradicional no es simplemente una colección de recetas, sino un sistema integral que refleja las formas de vida ancestrales, sus valores y costumbres, elementos que continúan vigentes en la actualidad.

Guardiana de la Cocina Guerrerense

Entre las principales voces que han luchado por preservar la tradición gastronómica tradicional se encuentra la Maestra Luzmy, quien ha dedicado su vida a la  conservación de la cocina guerrerense. Originaria de Tixtla, Guerrero,  ha sido testigo y portadora de la historia de la gastronomía de su región, una cocina sumamente rica en ingredientes autóctonos, técnicas ancestrales y, sobre todo, en el amor por el arte de cocinar.

 

El Foro Mundial de la Gastronomía Mexicana, que supervisa el plan de salvaguardia de la cocina tradicional aprobado por la UNESCO, es una plataforma clave para mantener viva la esencia de la gastronomía mexicana. Al igual que las cocinas locales de otros países, la cocina mexicana se ha convertido en un componente fundamental de los flujos globales de comercio y conocimiento. Sin embargo, al mismo tiempo, enfrenta desafíos como la industrialización de los alimentos y la pérdida de prácticas tradicionales.

La participación de la Maestra Luzmy en este foro es crucial, ya que permitirá a los asistentes conocer y experimentar de primera mano la riqueza de la cocina guerrerense. Pero más allá de su presencia, es una oportunidad para que las cocinas tradicionales mexicanas se posicionen como una fuerza impulsora en el escenario global, ofreciendo una visión que se basa en la sostenibilidad, el respeto por la naturaleza y el valor de las tradiciones.

Las cocineras tradicionales en la preservación del Patrimonio Cultural 

Las cocineras tradicionales como desempeñan un papel esencial en la protección de nuestro patrimonio cultural. Ellas son las guardianas de conocimientos que han sido transmitidos mediante la práctica culinaria a lo largo del tiempo. Sin este trabajo, muchas de estas técnicas, ingredientes y platillos se perderían en el tiempo, arrastrados por la corriente de la modernización y la industrialización de la comida.

La cocina tradicional no es estática; está en constante evolución. Sin embargo, lo que diferencia a cocineras es su capacidad para innovar mientras se mantienen fieles a sus raíces. En lugar de ceder a las presiones comerciales o a las modas gastronómicas pasajeras, ellas eligen honrar la historia de su pueblo y ofrecer al mundo un sabor auténtico, inconfundible y lleno de significado.

El trabajo de estas cocineras no solo tiene un impacto en sus comunidades de México, sino que también juega un papel importante en la cohesión social y en el fortalecimiento de la identidad cultural. Al compartir  con las nuevas generaciones el conocimiento sobre las recetas y técnicas tradicionales, aseguran que la cocina siga siendo una parte viva y vital de la cultura.

Cada región de Guerrero tiene sus propias especialidades, y la Maestra Luzmy ha hecho un trabajo excepcional en reunir y preservar estas recetas, muchas de las cuales corren el riesgo de desaparecer. Su cocina no solo es una representación de la diversidad culinaria del estado, sino también un puente entre las generaciones, uniendo el pasado con el presente y el futuro.

En un contexto global donde la comida rápida y la industrialización de los alimentos dominan las opciones alimentarias, es esencial que nuestras cocineras tradicionales  sigan defendiendo la cocina de origen. No se trata solo de preservar recetas, sino de proteger un modo de vida que valora la sostenibilidad, la biodiversidad y el respeto por la tierra.

Un Legado que Trasciende Fronteras

Nuestra embajadora de la cultura guerrerense, es una defensora incansable de las tradiciones culinarias y una inspiración para futuras generaciones. Su participación en el IX Foro Mundial de la Gastronomía es un reconocimiento a su dedicación y una oportunidad para que el mundo entero conozca la riqueza de la cocina tradicional de Guerrero.

A través de su labor, nos recuerda que la comida es una expresión de identidad, un vehículo de cohesión social y una fuente de orgullo cultural. Su historia es un recordatorio de la importancia de proteger nuestras tradiciones, no solo por el bien de nuestra historia, sino también por el futuro de nuestras comunidades y nuestro planeta.

En Calabria, cuando Maestra Luzmy prepare sus platillos guerrerenses, no solo estará cocinando alimentos; estará contando la historia de un pueblo que, a pesar de los desafíos, sigue prosperando a través de su cocina.

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