Saludos, amantes de la buena mesa y apasionados por las tradiciones culinarias. Hoy les comparto una experiencia única, un viaje que tuve la fortuna de emprender al lado de tres mujeres excepcionales protectoras de la cocina tradicional y que juntas representaron con orgullo al estado de Guerrero en el marco del Foro Mundial de la Gastronomía Mexicana.
Cultura Comunitaria, Ancestral y Viva
Este fascinante viaje gastronómico se enmarca en el contexto del reconocimiento de “La cocina tradicional mexicana: Una cultura comunitaria, ancestral y viva”, un hito que ha llevado a la creación del Foro Mundial de la Gastronomía Mexicana. Este foro, gestado como respuesta al plan de acción presentado a la UNESCO, tiene como objetivo el rescate, salvaguardia y promoción de nuestra rica cultura culinaria.
La octava edición de este evento se desarrolló en la ciudad de Morelia, Michoacán. Desde este epicentro, se buscó proyectar el mensaje de la cocina mexicana a nivel nacional e internacional, reflexionando sobre estrategias para lograr que la cadena de valor gastronómica incida en el desarrollo sustentable local y regional.
El Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana, junto con la Secretaría de Turismo del Estado de Michoacán, fueron los responsables de organizar este evento. Con antecedentes en Acapulco, la Ciudad de Puebla, la Ciudad de México, la Ciudad de los Ángeles, California, y la Ciudad de Guadalajara, este foro se ha consolidado como un espacio donde convergen saberes ancestrales y visiones contemporáneas.
Guerrero en la Vanguardia Culinaria
En este contexto de exaltación de la gastronomía mexicana, tuve el honor de acompañar a tres verdaderas guardianas de la tradición culinaria guerrerense. Alicia Villegas de la Costa Grande, con su destreza en la preparación de platillos que cuentan historias, Maestra Luzmi de Tixtla, portadora de secretos ancestrales que danzan en sus recetas, y Fabiola de Chilapa, cuyos guisos despiertan el paladar y el orgullo regional.
Cada una de nuestras cocineras tradicionales no solo llevó consigo sus ingredientes y técnicas, sino también la esencia de sus comunidades. Fueron embajadoras de sabores que trascienden el tiempo y representan un puente entre generaciones, manteniendo viva la llama de nuestras raíces culinarias.
Más Allá del Sabor
Este viaje no solo fue una delicia para el paladar, sino también una inmersión en reflexiones profundas sobre el papel de la gastronomía en el desarrollo sostenible. ¿Cómo podemos preservar nuestras tradiciones culinarias mientras contribuimos al bienestar de nuestras comunidades?
Las respuestas trascienden en las historias compartidas por las cocineras tradicionales, en la pasión con la que transmiten sus conocimientos y en el respeto por los ingredientes que utilizan. Detrás de cada platillo, descubrimos un universo de sabiduría que va más allá de lo que se sirve en el plato.
Un Banquete para el Alma
Acompañar a las cocineras tradicionales de Guerrero en el Foro Mundial de la Gastronomía Mexicana fue más que una experiencia culinaria; fue un banquete para el alma. Nos recordó que nuestra identidad se encuentra enraizada en la tierra, en la memoria de quienes nos precedieron y en la capacidad de transmitir ese legado a las generaciones futuras.
Este viaje me dejó con una certeza: la gastronomía es un puente que conecta pasado, presente y futuro. En cada bocado, encontramos la riqueza de nuestra cultura y la responsabilidad de preservarla. Agradezco a Alicia Villegas, Maestra Luzmi y Fabiola por guiarnos en este viaje de sabores y saberes, recordándonos que la cocina es mucho más que un arte; es una expresión viva de nuestra identidad.
Hasta la próxima mesa compartida.
MH